La paciencia y la perseverancia
La frustración es un sentimiento poderoso que es muy común en los niños. Puede ayudarlos a manejar la frustración con estas estrategias.
Introduzca la noción de “Todavía no”
Hágales saber a los niños que el no poder hacer algo en un momento determinado no significa que nunca podrán hacerlo. Enséñeles la frase: “No puedo hacerlo todavía”. Recuérdeles que toma tiempo y paciencia aprender algo nuevo. Puede decirles: “¿Te acuerdas cuando no podías abotonar la camisa? Tratabas y tratabas y ¡ahora puedes hacerlo solito!”.
Respira, piensa, actúa
Cuando los niños experimentan un momento frustrante, puede ser difícil para ellos encontrar las herramientas para calmarse. Para ayudarlos, enséñeles estos pasos:
- Respira: Motive a los niños a respirar hondo tres veces lentamente.
- Piensa: Ayude a los niños a pensar en algunos planes para resolver el problema.
- Actúa: Juntos, elijan un plan e intenten hacerlo. Si no funciona, intenten otro plan.
Una espera larga
La paciencia se premia en cualquier momento de la vida. Un momento ideal para practicar la paciencia es mientras hacen fila. Cree un desafío entretenido: contar a las personas en la fila o inventar un cuento sobre algo que los niños observan.
Aceptar los errores
Puede ayudar a los niños a tener más perseverancia cuando les demuestra que cometer errores es normal. De hecho, los errores son una parte importante del proceso de aprendizaje. Deje saber a los niños que usted también comete errores y manténgase positivo después de hacerlos.